BONAO.-Amigos y relacionados confirmaron la tarde de ayer jueves el fallecimiento del artista plástico, Cristian Tiburcio quién venía padeciendo de quebrantos de salud.
«Con profundo dolor y respeto despedimos al maestro Cristian Tiburcio, una de las mentes creativas más brillantes y originales que ha dado la República Dominicana», asi se expresaban sus allegados.
Originario de Bonao, Cristian fue un escultor, pintor y ceramista, no solo transformó el arte con su estilo único y colorido, sino que también convirtió su hogar —la emblemática Casa Museo Tiburcio— en un símbolo viviente de imaginación, identidad y amor por la cultura dominicana.

«Nos enseñó que el arte no tiene límites, que cada espacio puede ser un lienzo, y que la creatividad puede nacer de las raíces más profundas de lo cotidiano».
Con manos llenas de magia y visión infinita, Cristian sembró alegría, asombro y orgullo en cada pieza que creó.

Hoy, su partida deja un vacío inmenso en el arte y en nuestros corazones, pero también nos deja un legado imborrable. Que su luz siga brillando en cada mural, en cada escultura, en cada rincón colorido que tocó con su alma de artista.

Su partida deja un vacío inmenso en el arte y en nuestros corazones, pero también nos deja un legado imborrable. Que su luz y el color siga brillando en cada mural, en cada pieza, en cada piso, en cada escultura, en cada rincón colorido que tocó con su alma de artista.
